Una dinámica que pretende equilibrar en el que muchos coinciden en definir como el mejor momento deportivo de los rojiblancos. Y todo empieza por hacerlo mañana, ante el Alavés, un rival que viene de sumar por victorias sus tres últimas salidas. "El Molinón se merece una fiesta", recuerdan en el vestuario. No lo dice cualquiera, lo reivindica Canella, uno de los capitanes del equipo.

Zaragoza, Recreativo de Huelva y Ponferradina han conseguido puntuar en los tres enfrentamientos con los que el Sporting estrenó el año en casa. Ganar en El Molinón se ha convertido en la asignatura pendiente de un equipo que ha rozado el sobresaliente en los últimos encuentros y que ha terminado frenado por los errores arbitrales.

"En el vestuario notamos que vamos a más", subraya Canella, que ve al equipo en continuo crecimiento, más allá de los factores externos que han alterado los últimos resultados. "Tenemos que creernos el equipazo que tenemos", añade el de Pola de Laviana, para corroborar que uno de los mejores momentos de la temporada debe quedar reflejado en forma de puntos. El Sporting espera que el Alavés repita el argumento de los últimos equipos que han visitado Gijón. Los rojiblancos tendrán que intentar encontrar espacios en medio de una maraña defensiva que acabó desesperando a los gijoneses en los últimos tres enfrentamientos. La lección parece que está aprendida, para hacer pagar a los vitorianos los platos rotos.