El suceso tuvo lugar poco antes de las 19.30 horas. Al parecer, se produjo un cortocircuito en el pantógrafo, en la zona donde la máquina hace contacto con la catenaria, saltaron chispas y se produjo mucho humo motivado por la fibra del techo del vagón. Se dio aviso a los bomberos y éstos acudieron con dos camiones y ocho efectivos. Permanecieron en el lugar hasta las 20.12 horas, cuando comprobaron con cámaras de imágenes térmicas que el incendio ya estaba completamente sofocado. Hubo daños en el vagón -el fuego no afectó a la catenaria-, pero no hubo que lamentar ningún herido.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviaria (Adif) subrayó que en ese momento no había ningún viajero dentro del tren y que la circulación estuvo parada media hora. Los pasajeros que iban a viajar a Pravia tuvieron que esperar hasta las 20.30 horas para coger el siguiente tren y el que salía con destino a Laviana sufrió un retraso de 28 minutos.
Tornos sin funcionar
Cristina Junquera, que bajaba de un tren procedente de Candás, escuchó, al igual que otros pasajeros, «una explosión grandísima, seguida de otras dos». «Salimos despavoridos. Veníamos dos matrimonios con tres críos pequeños y, para salir, tuvimos que saltar los tornos y pasarnos los niños de unos a otros. No vimos ninguna medida de seguridad. El protocolo, cuanto menos, fue muy cuestionable».