Según ha informado la Policía, fue un vecino de la calle Campo Sagrado quien dio la alarma a la Policía tras ver a la mujer de aspecto desaseado rebuscando en el interior del habitáculo de un coche y luego coger bolsas del maletero y marcharse del lugar.
A su llegada al lugar los agentes comprobaron que las bolsas que llevaba estaban llenas de ropa nueva de caballero, de un navegador portátil y un aparato avisador de radares. La mujer se mostró muy confusa sobre la procedencia de los efectos dando explicaciones vagas e incoherentes sobre la propiedad de los mismos.
Tras revisar la calle, los agentes encontraron un vehículo estacionado en esa vía que tenía una ventanilla abierta, por lo que una vez localizado a su conductor se constató que era el dueño de todo el contenido de las bolsas.
En ese momento la mujer supo que iba a ser detenida y para evitarlo sacó una pequeña navaja del bolsillo del pantalón y amenazó con ella a los Policías.
Una vez arrestada se comprobó que la mujer había sido detenida por robos en Oviedo en los meses anteriores y que se había trasladado a Gijón para evitar la presión policial.
Desde su llegada a Gijón se había producido un incremento de los robos en interior de vehículo en la zona este de la ciudad ya que debía sufragar los gastos de sus adicciones a los estupefacientes.
Los investigadores de la Comisaría del Coto la consideran presunta autora de otros seis robos en coches a los que accedía mediante la fractura de sus ventanillas. La mujer tenía numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio en Oviedo, Mieres y Gijón.