No le dio tiempo. La víctima se puso a gritar con la intención de alertar a su marido, que se encontraba en el obrador de la parte trasera. «Al escuchar las voces, el delincuente huyó a la carrera hacia la calle, seguido por el propietario, que había acudido en auxilio de su esposa», según explicaron fuentes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Al verse perseguido, el ladrón se giró y amenazó con dispararle si no le dejaba marchar. Así lo hizo, pero llamó rápidamente al 091.
Con la descripción física aportada, los agentes consiguieron localizar en las proximidades al autor de la tentativa de robo y hallar la pistola de aire comprimido que había arrojado debajo de un coche. Tiene 52 años y cuenta con 26 arrestos anteriores por delitos contra el patrimonio y el tráfico de drogas.