Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, cuando agentes de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana observaron cómo un vehículo que circulaba por el centro de la ciudad realizaba movimientos "extraños", por lo que procedieron a interceptarlo e identificar a sus ocupantes, dos chicos y dos chicas.
En el registro del turismo, se localizaron diversos objetos supuestamente sustraídos: cuatro teléfonos móviles, seis videoconsolas marca Nintendo, cinco dispositivos de localización GPS de diferentes marcas, un juego para videoconsola, varias bolsas apantalladas con laminas de aluminio, así como útiles para forzar los sistemas de alarma de establecimientos comerciales.
Fruto de la investigación, se comprobó que los cuatro formaban parte de un grupo delictivo "perfectamente estructurado", donde planeaban previamente los lugares de actuación, desplazándose por diferentes puntos de la geografía nacional. Posteriormente, remitían por envío postal los objetos que sustraían.
Por el momento, han sido localizados cuatro establecimientos comerciales donde habían operado los detenidos, que durante su estancia en los calabozos se mostraron violentos insultando a los agentes en todo momento, además de intentar autolesionarse y agredir a los policías que les custodiaban.